La llegada de la primavera, con sus días más largos y el florecimiento de la naturaleza, suele estar asociada a la alegría y la renovación. Sin embargo, para algunas personas, este cambio estacional puede desencadenar un trastorno poco conocido pero significativo: la depresión primaveral.
La psicóloga y directora del Centro de Atención Psicológica (CAPSI), sede República, de la Universidad Andrés Bello (UNAB), María Carolina Carrera, explica que la depresión primaveral se le atribuye, en parte, a lo que algunos llaman el "Trastorno Afectivo Estacional" (TAE), y suelen padecerlo personas con trastorno bipolar o depresión endógena.
El TAE se relaciona con la influencia de la luz solar en el organismo, que afecta a la producción de la hormona melatonina y a los ritmos biológicos del cuerpo. A menudo, el invierno se asocia con una mayor incidencia de este trastorno debido a la falta de luz, pero sorprendentemente, la primavera también puede ser un desencadenante.
Revisa aquí remedios naturales y para qué sirven
"El cambio de una estación gris, donde las personas tienen menos actividad física y social, y su estado de ánimo coincide con el clima, puede crear una presión social en aquellos que luchan contra la depresión. La llegada de la primavera, con mayor luz y actividad social, puede aumentar la presión, ya que las personas que padecen trastornos depresivos pueden sentir una inadecuación entre cómo se sienten y cómo se espera que se sientan", sostiene Carrera.
Revisa aquí Medicamentos y para qué sirven aquí
La psicóloga de la UNAB destaca que el cambio de rutina y actividades desempeña un papel crucial en el manejo de la salud mental durante la primavera. Además, la transición de una estación de hibernación a una de mayor actividad puede ser abrumadora para algunas personas.
Las personas con depresión primaveras suelen presentar trastornos del sueño, ansiedad generalizada, falta de apetito, falta de energía. Dificultad para concentrarse, sensación de tristeza permanente, irritabilidad entre otros. En ese sentido, Carrera comparte ocho recomendaciones para hacer frente a la depresión estacional:
- Cambios graduales: Realiza cambios en la rutina de manera gradual para adaptarte a las nuevas condiciones estacionales.
- Autocompasión: No te exijas demasiado y permítete sentir y vivir las emociones que surgen durante la primavera.
- Alimentación saludable: Prioriza una alimentación saludable, que incluya una variedad de nutrientes para apoyar tu bienestar emocional.
- Actividad física: Aprovecha el buen clima primaveral para realizar ejercicios al aire libre y captar la energía solar, esto puede mejorar tu estado de ánimo.
- Tiempo para el placer: Dedica tiempo a actividades que te relajen y te hagan sentir bien, como leer, meditar o practicar hobbies que disfrutes.
- Ayuda Profesional: Si sientes que la depresión estacional está afectando seriamente tu vida, no dudes en buscar ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra.
- Empatía: Si estás apoyando a alguien que lucha contra la depresión primaveral, sé empático y comprensivo. Evita presionarlos para que se sientan mejor y en su lugar, ofrece apoyo emocional y sugiere la búsqueda de ayuda profesional si es necesario.
- Apoyar sin ser intrusivo: Estar disponible para la persona afectada sin ser intrusivo es fundamental. Ser consciente de los síntomas y brindar apoyo significativo puede marcar la diferencia en su recuperación.
La depresión estacional, como cualquier otro desafío de salud mental, no debe llevarse en silencio. "Al hablar de ello, buscar ayuda y brindar apoyo incondicional, podemos transformar la primavera en una estación de renovación no solo para la naturaleza, sino también para nuestra salud mental y emocional", concluye Carrera.