Dormir lo suficiente es esencial para mantener un corazón sano. Durante el sueño, la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen, lo que permite que el corazón descanse y se reponga. Un sueño adecuado también ayuda a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre, dos factores de riesgo importantes para las enfermedades cardíacas.
Además de proteger tu corazón, dormir bien también reduce el riesgo de otras enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, la obesidad y algunos tipos de cáncer. Un sueño reparador fortalece tu sistema inmunológico, te ayuda a controlar tu peso y mejora tu estado de ánimo.
La falta de sueño, por el contrario, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y algunos tipos de cáncer. También puede debilitar tu sistema inmunológico y dificultar la pérdida de peso.
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