Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son enfermedades que se transmiten de una persona a otra a través de contacto sexual (oral, vaginal o anal). Algunas de las ITS más comunes incluyen:
Clamidia: es una infección bacteriana que puede causar inflamación de la uretra, el cuello uterino o el recto. A menudo, no presenta síntomas y, por lo tanto, puede ser difícil de detectar. Sin embargo, si no se trata, puede causar infertilidad o embarazo ectópico.
Gonorrea: es una infección bacteriana que puede causar inflamación de la uretra, el cuello uterino o el recto. Los síntomas pueden incluir secreción vaginal o peneal, dolor al orinar y dolor abdominal. Si no se trata, puede causar infertilidad o embarazo ectópico.
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Sífilis: es una infección causada por la bacteria Treponema pallidum. Se manifiesta en forma de llagas dolorosas en el área genital, que luego se convierten en úlceras indoloras. Si no se trata, puede causar daño en el sistema nervioso, corazón y cerebro.
Herpes genital: es una infección viral que causa brotes de llagas dolorosas en el área genital. Los brotes pueden ser recurrentes y no hay cura para el herpes genital.
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VIH/SIDA: el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es una infección viral que ataca el sistema inmunológico y puede progresar a síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) si no se trata. Los síntomas del VIH pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, fatiga y erupción cutánea, pero a menudo no se manifiestan durante muchos años después de contraer la infección.
Es importante recordar que muchas de estas infecciones son tratables y prevenibles mediante el uso de preservativos y el conocimiento de los propios estatus y de los de la pareja sexual. Además, es importante hacerse pruebas periódicamente para detectar cualquier infección de transmisión sexual temprano y tratarla de manera oportuna.
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