Las plantas, más que simples adornos, juegan un papel crucial en la mejora del bienestar mental. Su influencia positiva no solo se debe a sus propiedades estéticas, sino también a sus efectos psicológicos y terapéuticos.
Impacto emocional y reducción del estrés
Un estudio mencionado en LatinAmerican Post reveló que durante la pandemia, el 73.7% de las personas que comenzaron a cuidar plantas en casa experimentaron una mejora significativa en su estado de ánimo, con un aumento en sentimientos de alegría, calma y optimismo. Además, las plantas en el hogar contribuyen a purificar el ambiente, ayudar en la concentración y estimular la creatividad. Este compromiso con el cuidado de las plantas también fomenta la empatía y la paciencia, convirtiéndose en una actividad relajante y gratificante.
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Historia y perspectiva científica
La relación entre la jardinería y los beneficios emocionales fue documentada por Benjamin Rush, considerado el padre de la psiquiatría estadounidense, en el siglo XIX. Este vínculo se ha fortalecido con estudios más recientes, como el del Grupo de Investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas de la Universidad de Sevilla, que confirmó el impacto positivo de las plantas en el bienestar emocional durante el confinamiento por la COVID-19. La biofilia, o la conexión innata del ser humano con la naturaleza, desencadena una liberación de hormonas asociadas con la felicidad, lo que mejora nuestro estado de ánimo y creatividad.
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Beneficios psicológicos adicionales
La presencia de plantas puede mejorar la autoestima, organizar nuestra mente y mejorar nuestro estado de ánimo. También facilitan la socialización al compartir intereses con otras personas, y son una herramienta excelente para la desconexión y la enseñanza de responsabilidades, especialmente a los más pequeños. Asimismo, su presencia en el lugar de trabajo puede reducir el absentismo laboral y aumentar la productividad y el estado de ánimo general.
Plantas recomendadas para la salud mental
Para el manejo de la ansiedad y el bienestar psicológico, se recomiendan plantas como la lavanda, la manzanilla, el jazmín y la menta. Estas especies pueden crear un ambiente relajante y reducir el estrés a través de su presencia y aroma. Además, las plantas con flores y de hojas grandes tienen un efecto particularmente positivo en la disminución del estrés y la mejora de la concentración.
En resumen, las plantas no solo embellecen nuestro entorno, sino que también son poderosas aliadas en la mejora de nuestra salud mental y emocional. Su cuidado y presencia nos brindan tranquilidad, satisfacción y una conexión más profunda con la naturaleza, contribuyendo significativamente a nuestro bienestar psicológico.
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