Dormir no es solo un descanso para el cuerpo, sino también una actividad esencial para el cerebro. Durante el sueño, el cerebro consolida la memoria, procesa las emociones y se prepara para afrontar el nuevo día. Dormir lo suficiente, entre 7 y 8 horas para la mayoría de los adultos, es fundamental para mantener un cerebro sano y en óptimas condiciones.
Un cerebro bien descansado funciona mejor. Se ha demostrado que dormir lo suficiente mejora la memoria, tanto a corto como a largo plazo. También aumenta la capacidad de aprendizaje, la concentración y la atención, lo que te permite rendir mejor en tus estudios o trabajo. Además, un sueño adecuado te ayuda a tomar decisiones más acertadas y a controlar tus impulsos.
La falta de sueño, por el contrario, puede tener un impacto negativo en todas estas funciones cognitivas. Si no duermes lo suficiente, es probable que tengas dificultades para concentrarte, recordar información y tomar decisiones acertadas. También puedes sentirte más irritable y emocional.
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