Un reciente estudio revela que la mayoría de los adolescentes chilenos inicia su experiencia con las apuestas en línea a los 15 años. Esta investigación, titulada "Pantallas que atrapan: Radiografía del juego online en jóvenes chilenos", fue presentada en las instalaciones de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y fue desarrollada por la Corporación de Juego Responsable (CJR) en colaboración con Red Preventiva Copreventive y Actitud Lab. Los resultados de esta pesquisa son alarmantes, destacando la exposición prematura de niños y adolescentes a plataformas digitales donde se realizan apuestas.
El análisis, que incluyó encuestas a jóvenes desde octavo básico hasta educación superior, mostró que uno de cada siete jóvenes (14%) ha apostado en línea en el último año, con una edad promedio de inicio de 15,5 años. Además, el 79% de ellos realiza micro apuestas inferiores a $10.000, mientras que el 92% ha estado expuesto a publicidad relacionada con apuestas a través de redes sociales o transmisiones en vivo.
El vínculo entre videojuegos y apuestas
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Las cifras obtenidas también revelan que el 85% de los jóvenes juega videojuegos de manera frecuente, y más de la mitad ha realizado compras dentro del juego. Esta dinámica incorpora elementos de azar que suelen ser similares a los del juego con dinero real. Según los investigadores, esta intersección entre videojuegos, apuestas y redes sociales genera una nueva cultura digital del riesgo, donde la línea entre entretenimiento y adicción se hace cada vez más difusa.
En la apertura del seminario, el presidente de la CNC, José Pakomio, enfatizó la necesidad de abordar este fenómeno de manera preventiva y colaborativa. "Como gremio que representa al comercio formal, creemos que estos temas, aunque parezcan lejanos a nuestra actividad, tienen mucho que ver con lo que defendemos día a día: la legalidad, la educación y la protección de las personas frente a los riesgos de la informalidad", afirmó Pakomio.
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También subrayó los paralelismos entre las apuestas sin regulación y el comercio ilícito, puntualizando que "así como el comercio ilegal se disfraza de normalidad y daña silenciosamente a las comunidades, las apuestas en línea sin regulación también se han instalado en la vida cotidiana de miles de jóvenes bajo una apariencia inofensiva". Pakomio concluyó con un llamado a la acción conjunta entre el sector público y privado, mencionando que "no basta con esperar que el Estado actúe o que la ley llegue; se necesita el compromiso de todos. Desde las empresas, los medios de comunicación, las plataformas digitales y el propio comercio formal, debemos cuidar los entornos en que crecen nuestros hijos, educar con el ejemplo y evitar que el entretenimiento se transforme en un riesgo para su desarrollo".
Desafíos en la regulación de las apuestas
Ángela Carmona, presidenta de la Corporación de Juego Responsable, subrayó la urgencia de actualizar las normativas existentes, manifestando que "las plataformas de apuestas en línea han irrumpido sin filtros ni barreras de acceso para menores, mientras la ley sigue siendo la misma de hace décadas". Para ella, es crucial cerrar la brecha peligrosa entre la realidad actual y lo que establece la normativa.
En este contexto, Sebastián Errázuriz, fundador de Copreventive y Actitud Lab, instó a las familias a no minimizar la magnitud del problema. "Casos como niños de 12 años apostando en línea con la venia de los padres no solo nos deben preocupar, nos deben escandalizar como sociedad".
La presentación del estudio también contó con la participación del Defensor de la Niñez, Anuar Quesille, así como de un panel de expertos que abordaron los hallazgos desde diversas perspectivas, incluyendo la salud mental y los derechos de la infancia. El informe propone un conjunto de medidas que incluye la regulación de la publicidad digital, la clasificación de mecánicas de azar en videojuegos, la verificación robusta de edad y la creación de una línea de ayuda juvenil especializada. Según los autores, Chile debe avanzar hacia una legislación moderna que priorice la protección de los menores por encima de cualquier interés económico.