El dolor de cabeza nocturno puede ser un signo de problemas de salud. La relación entre el sueño y la cefalea es compleja, ya que por un lado la ausencia de descanso puede aumentar la percepción del dolor, mientras que el dolor puede, a su vez, causar problemas de insomnio. Así lo explica el doctor Diego García-Borreguero, director del Instituto del Sueño.
Existen diferentes tipos de cefaleas que pueden manifestarse por la noche. Es crucial reconocerlas ya que, en algunos casos, pueden estar asociadas a problemas médicos más graves, como hemorragias subaracnoideas o ataques de glaucoma. García-Borreguero detalla que hay dos categorías de cefaleas que ocurren durante el sueño: aquellas que son de gran intensidad y nos despiertan, que son poco comunes, y las que se presentan al despertar, aunque no son la razón de haberse despertado.
Clasificación de las cefaleas nocturnas
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Una de las cefaleas nocturnas más destacadas es la cefalea cíclica, que puede presentarse entre las 2 y 4 de la madrugada. Con frecuencia, esta cefalea es bilateral y se extiende desde la frente hasta las sienes. Su aparición es repentina y, aunque no provoca fotofobia ni intolerancia al ruido, dura un máximo de dos horas.
En contraste, la cefalea en racimos es muy intensa y se presenta de 15 minutos a 2 horas. Generalmente ocurre al inicio de la noche y es unilateral, localizada alrededor del ojo. Se caracteriza por, al menos, un ataque al día, pudiendo llegar hasta ocho ataques en 24 horas, lo que la convierte en una de las formas más severas de dolor de cabeza.
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Otra manifestación nocturna es el síndrome de la cabeza explosiva, que causa un dolor bastante leve que se asocia a un agudo sonido interno, como si algo estallara. Este tipo de cefalea puede despertar a la persona de forma abrupta.
Asimismo, la migraña también puede ser relevante en las cefaleas nocturnas, afectando a un significativo porcentaje de la población. La migraña se caracteriza por dolor agudo, generalmente unilateral, asociado a fotofobia o intolerancia al ruido. Los pacientes pueden experimentar antecedentes como fatiga, aumento del apetito y bostezos antes del episodio.
Relación entre el sueño y la cefalea
El doctor García-Borreguero señala que los problemas de sueño pueden incrementar la frecuencia y la intensidad de las cefaleas. Tener insomnio o padecer apnea del sueño también se ha relacionado con un aumento en la aparición de migrañas. Por ejemplo, las personas que sufren de apnea obstruccional del sueño suelen despertar con dolor de cabeza, que generalmente desaparece en unas horas.
Este tipo de cefalea matutina se describe como un dolor bilateral, no pulsátil, similar a una sensación de presión, especialmente en la frente. La causa exacta no está clara, pero se sospecha que está vinculada al aumento de dióxido de carbono en la sangre durante las apneas, lo que provoca vasodilatación en las arterias cerebrales.
Además, el bruxismo, que involucra apretar o frotar los dientes mientras se duerme, puede ser otro factor contribuyente a las cefaleas nocturnas. Este comportamiento puede activar los músculos masticatorios y originar dolores de cabeza tensionales al despertar.
Por lo tanto, es fundamental prestar atención a los episodios de cefalea que ocurren durante la noche y buscar evaluación médica si se presentan con regularidad, ya que pueden ser indicativos de afecciones más serias. Abordar cualquier problema de insomnio o trastorno del sueño es crucial para interrumpir este ciclo de dolor.
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