Un golpe de calor es una condición grave en la que el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente y la temperatura interna del cuerpo aumenta peligrosamente. Los golpes de calor son más comunes durante los meses más cálidos del año y pueden ser peligrosos, incluso mortales, si no se tratan de manera adecuada.
Los síntomas de un golpe de calor incluyen:
- Fiebre alta (temperatura del cuerpo de 104°F o más)
- Piel roja y caliente al tacto
- Sed intensa
- Fatiga o debilidad
- Dolores de cabeza
- Mareos o desmayos
- Náuseas o vómitos
- Falta de sudor
- Confusión o cambios en el estado mental
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Si sospechas que tienes un golpe de calor o si te encuentras cerca de alguien que pueda tener uno, es importante tomar medidas de inmediato para ayudar a bajar la temperatura del cuerpo y evitar complicaciones graves.
Lo primero que debes hacer es trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado y quitarle la ropa húmeda o sudorosa. Luego, ofrécele bebidas frías (agua, bebidas deportivas, etc.) y aplica paños húmedos y fríos en la piel para ayudar a enfriar el cuerpo.
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Si los síntomas persisten o empeoran, llama al servicio de emergencias o busca atención médica de inmediato.
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