En los últimos años, el Skin Care se ha vuelto una tendencia en constante crecimiento. La importación de diversos productos y rutinas de cuidado de la piel ha generado un impacto que va mucho más allá de lo estético. Pero, ¿cómo debe lucir una piel saludable? Magdalena de Quevedo, cosmetóloga, nutricionista y CEO de Clínica Acorpus, especializada en medicina estética y cirugía ambulatoria, nos ofrece su visión: "debe lucir hidratada, firme, equilibrada y suave al tacto".
Para lograr este aspecto saludable, debemos abordar el cuidado de la piel desde tres frentes distintos. La primera estrategia implica establecer una rutina de Skin Care adaptada a las necesidades específicas de tu piel. Sin embargo, este paso por sí solo no es suficiente. También debemos complementar el cuidado con una dieta que aporte hidratación y nutrientes esenciales. Por último, no debemos pasar por alto la influencia de nuestras emociones en la salud de la piel. Según la especialista, todas estas áreas están interconectadas y merecen atención.
La rutina de cuidado de la piel se divide en dos momentos clave del día: la mañana y la noche. Magdalena de Quevedo ofrece una guía paso a paso para cada uno de estos momentos, pero enfatiza que si padeces afecciones crónicas en la piel, como rosácea o acné, es crucial consultar a un dermatólogo antes de implementar cualquier rutina. Estos profesionales pueden proporcionarte una rutina adaptada a las necesidades específicas de tu piel.
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Rutina de la mañana (AM):
- Limpiar la cara: Comienza el día limpiando tu piel con agua fría y un jabón adecuado para tu tipo de piel. Este paso elimina las impurezas y prepara la piel para recibir los productos posteriores.
- Tonificar tu rostro: Utiliza agua termal, ideal para restaurar el pH de la piel y proporcionar minerales esenciales.
- Aplicar sérum y contorno de ojos: Estos productos de textura ligera contienen principios activos de rápida absorción que hidratan y aportan luminosidad. El sérum prepara la piel para la crema hidratante, mientras que el contorno de ojos estimula la circulación y reduce ojeras y bolsas.
- Agregar crema hidratante: Aplica una crema adecuada para tu tipo de piel (seca, grasa o mixta). Si tienes afecciones como la rosácea, busca una crema especial que sea antirojez.
- Aplicar bloqueador: La protección solar es esencial los 365 días del año. Un bloqueador SPF50 es ideal para prevenir daños causados por los rayos UV y la luz de pantallas electrónicas. Puedes encontrar bloqueadores amigables con la piel y específicos para pieles sensibles.
- Maquillaje: El maquillaje es opcional y no afecta la salud de la piel, ya que es puramente estético.
- Agregar limpiezas faciales profesionales: Estos tratamientos, que incluyen limpieza profunda, son vitales para mantener la piel saludable. Ofrecen una limpieza más profunda y aportan hidratación y suavidad.
- Cuidar nuestra alimentación: Bebe al menos 2 litros de agua al día y agrega frutas y verduras ricas en antioxidantes y nutrientes a tu dieta. Esto contribuirá a una piel radiante.
- Gestionar nuestras emociones: El estrés puede afectar negativamente la piel. Practicar actividades relajantes, como yoga o simplemente hacer lo que amas, es fundamental para mantener la piel en buen estado.
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Rutina de la noche (PM):
- Desmaquillarse: Si usas maquillaje, es esencial retirarlo para mantener la salud de la piel. Puedes utilizar toallitas desmaquillantes o agua micelar con algodones, siempre realizando movimientos desde el interior hacia el exterior.
- Limpiar la cara: Al igual que en la mañana, la limpieza es crucial para eliminar sudor, suciedad y residuos acumulados durante el día.
- Tonificar: Utiliza un tónico equilibrante o agua termal para preparar la piel para los productos posteriores.
- Aplicar sérum y contorno de ojos: Vuelve a utilizar estos productos para dar un impulso a tu piel antes de aplicar la hidratación.
- Agregar hidratación: Aplica una crema hidratante nocturna o una con retinol, que ayuda a reducir arrugas, manchas y mejora la textura de la piel.
Siguiendo estos pasos, puedes lograr una piel saludable y luminosa. Recuerda que cada piel es única, por lo que es fundamental adaptar estos consejos a tus necesidades personales.
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