Dormir lo suficiente no solo es importante para la salud mental, sino también para el bienestar físico. Cuando duermes bien, tu cuerpo se repara y se renueva, lo que te permite sentirte más descansado y con más energía al día siguiente.
Un sueño reparador te ayuda a regular tus hormonas, incluyendo las hormonas del sueño (melatonina) y las hormonas del estrés (cortisol). Un balance adecuado de estas hormonas te permite sentirte más feliz, motivado y con menos ansiedad. Además, dormir bien mejora tu sistema inmunológico, lo que te hace más resistente a las enfermedades.
La falta de sueño, por el contrario, puede provocar fatiga física y mental, irritabilidad, tristeza y dificultad para concentrarse. También puede debilitar tu sistema inmunológico y aumentar tu riesgo de enfermedades crónicas.
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