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No ignores los síntomas de la amigdalitis: ¿Cómo identificar esta infección?

Amigdalitis medicoplus.com

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido en la parte posterior de la garganta que desempeñan un papel importante en el sistema inmunológico. Cuando las amígdalas se inflaman debido a una infección, los síntomas pueden variar en intensidad y gravedad. Aquí hay una descripción detallada de los síntomas más comunes de la amigdalitis:

Dolor de garganta: Uno de los síntomas más notorios de la amigdalitis es un dolor de garganta agudo. La garganta puede sentirse irritada y dolorida, lo que a menudo dificulta la deglución.

Dificultad para tragar: La inflamación de las amígdalas puede causar dificultad para tragar alimentos y líquidos, lo que puede llevar a la pérdida de apetito.



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Amígdalas inflamadas: Las amígdalas infectadas a menudo se hinchan y pueden verse rojas e inflamadas cuando se observan en el espejo. En algunos casos, se pueden formar puntos blancos o amarillos en las amígdalas.

Fiebre: La fiebre es un síntoma común de la amigdalitis, ya que el cuerpo lucha contra la infección. La fiebre puede ser leve o alta, dependiendo de la gravedad de la infección.



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Dolor de cabeza: Muchas personas con amigdalitis experimentan dolores de cabeza, que a menudo están relacionados con la fiebre y la incomodidad general.

Malestar general: La amigdalitis puede hacer que te sientas cansado, débil y con malestar general en el cuerpo.

Molestias en el oído: Algunas personas también experimentan molestias en el oído, ya que las amígdalas inflamadas pueden presionar contra el canal auditivo y causar molestias.

Mal aliento: La acumulación de bacterias y detritos en las amígdalas inflamadas puede provocar mal aliento o halitosis.

¿Cuándo ocurre la amigdalitis?

La amigdalitis puede ocurrir en cualquier momento del año, pero es más común en invierno y principios de primavera. La razón detrás de esta estacionalidad se debe a la mayor circulación de virus respiratorios, como los responsables del resfriado común y la gripe, en estos meses. Estos virus pueden infectar las amígdalas y desencadenar una respuesta inflamatoria.

La amigdalitis puede ser causada por una infección viral o bacteriana. Las infecciones bacterianas, en particular la causada por el Streptococcus pyogenes, son una de las principales causas de amigdalitis bacteriana, conocida comúnmente como "amigdalitis estreptocócica". La amigdalitis viral suele ser causada por virus como el adenovirus o el virus Epstein-Barr.

Las amígdalas son parte del sistema inmunológico del cuerpo y están diseñadas para atrapar y combatir gérmenes y bacterias. Sin embargo, en ciertos casos, pueden infectarse y volverse inflamadas en lugar de combatir las infecciones. Esto puede ocurrir debido a la exposición a gérmenes, a un sistema inmunológico debilitado o a la presencia de otros factores de riesgo.

Los médicos y especialistas en otorrinolaringología recomiendan prestar atención a los síntomas de la amigdalitis y buscar atención médica si se sospecha que se padece esta afección. El diagnóstico de la amigdalitis a menudo se basa en los síntomas del paciente, junto con un examen físico. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como un cultivo de garganta o una prueba rápida de detección de estreptococos.

El tratamiento de la amigdalitis puede incluir reposo, analgésicos, antibióticos en caso de infección bacteriana, y en casos recurrentes o graves, la cirugía para extirpar las amígdalas (amigdalectomía).

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