Para el 3 de julio están programadas las vacaciones de invierno de este año. El 2022, el Ministerio de Educación, determinó la extensión y adelantamiento de las vacaciones en establecimientos públicos y privados. Esta decisión, esgrimieron desde el gobierno, fue con el objetivo de evitar que los cuadros graves de virus como el sincicial, la influenza y el covid-19 saturarán las unidades de cuidados intensivos. En las últimas semanas, los casos de virus respiratorios son más que el triple que los que había el año pasado en la misma fecha, según datos del Instituto de Salud Pública.
Para Francisca Valenzuela, académica de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, la opción de adelantar las clases no sería una buena decisión ya que "llevamos demasiados años de manera reiterativa, incumpliendo el calendario escolar. Si bien en un inicio hubo razones justificadas teniendo en cuenta la pandemia, tenemos que aprender a vivir con estos periodos en que se agudizan los problemas respiratorios; el déficit de aprendizaje de los alumnos es alto, las evaluaciones que se han tomado en estos meses en las escuelas, así lo demuestran y, si no buscamos cómo recuperar estos aprendizajes, el capital humano se verá perjudicado de aquí a diez años", indica la académica.
En cuanto a la alternativa de reemplazar el espacio educativo en el hogar, como una manera de aminorar la pérdida de algunos aprendizajes y el ritmo, la investigadora considera que eso revela "valorar poco lo que ocurre las salas de clases. Lo que sucede ahí tiene que ver con lo que diseña el profesor, las experiencias de aprendizaje que propone, los materiales que ofrece, las interacciones que ocurren en la comunidad educativa, y eso es irremplazable en el proceso educativo", finaliza Francisca Valenzuela, académica UANDES.
Revisa aquí remedios naturales y para qué sirven
Síguenos en: 
