Este 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, fecha que impulsa a quienes trabajan en el rubro de la salud a fomentar conductas saludables, con el fin de prevenir el desarrollo de enfermedades asociadas al sistema cardiovascular o circulatorio, reforzando el compromiso de toda la población de cuidar este vital órgano.
En Chile, el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) registró un total de 28.079 fallecidos a causa de enfermedades cardiovasculares, es decir, un 25,6% del total de defunciones en el país, sólo durante 2019. A nivel mundial, se estima que 17,9 millones de vidas se pierden cada año debido a estas patologías, siendo una de las principales causas de muerte en el planeta2.
La hipertensión, los accidentes cerebrovasculares (ACV) y los infartos de miocardio, más conocidos como ataques al corazón, son algunos de los padecimientos más comunes en nuestro país. Sin embargo, la gran mayoría de estos diagnósticos se pueden prevenir asumiendo hábitos saludables y un estilo de vida que incluyan una alimentación balanceada, ejercicio físico frecuente, y mantener un balance de vida que nos permita organizar nuestra vida personal con los espacios de ocio y entretenimiento.
Revisa aquí remedios naturales y para qué sirven
Según explica Irina Arias, Directora Médica de Merck Chile & Perú, si bien la edad y el historial familiar pueden ser influyentes en la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular, cuidar del corazón puede ser más sencillo de lo que parece.
“Tener una conducta responsable con nosotros mismos es clave para mantener un corazón saludable: dormir bien, realizar ejercicio con una duración y frecuencia adecuada para evitar el sedentarismo y por ende el sobrepeso y obesidad, comer de manera saludable, en especial no consumir altas cantidades de azúcar, previniendo la aparición temprana de prediabetes y diabetes, disminuir las grasas relacionadas con el colesterol y la sal, son pasos importantes, pues todos estos factores incrementan las posibilidades de sufrir accidentes cardiovasculares. Integrar estos hábitos a la rutina, no solo mejoran nuestra salud cardíaca, sino que también inciden positivamente en nuestra salud en general”, destaca Arias.
Revisa aquí Medicamentos y para qué sirven aquí
Un tema que es responsabilidad de cada persona es tomar consciencia de que los chequeos médicos tempranos son la herramienta más efectiva para prevenir el deterioro de todas las arterias en el organismo, que comúnmente llamamos como arterioesclerosis.
“El control médico periódico es prioritario. En el caso de las personas adultas que no tienen factores de riesgo, deben controlarse a partir de los 30 años y las que tienen factores de riesgo como diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, deben hacerlo todos los años. Con una conducta responsable y disciplinada, podemos prevenir más del 70% de las enfermedades cardiovasculares”, agregó la profesional.
La Dra. Arias aclara que la primera atención puede realizarse con un médico general que tiene los conocimientos para pesquisar cualquier anomalía, y dependiendo de la gravedad, debe derivar a un especialista.
“Lo importante es hacerse el chequeo cardíaco y reconocer que existen hábitos y enfermedades que incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esto no significa que las personas que aparentemente se ven o se sienten sanas, no deben realizarse un chequeo cardiológico al año. Ser delgado pero sedentario o fumador, no garantiza que puede generarse una enfermedad cardiovascular en el tiempo”, advierte.
Aunque una enfermedad cardiovascular puede expresarse de diversas formas en hombres y mujeres, la Medical Director de Merck Chile & Perú, aconseja prestar atención especial a falta de aire, entumecimientos, debilidad o dolores en el pecho, piernas, brazos, manos e incluso en el abdomen. “Estar atentos a cualquier malestar que parezca extraño es útil para detectar a tiempo una enfermedad cardiovascular, pero la mejor forma de evitarla será siempre la prevención: decirle no al sedentarismo y al tabaquismo, no tener diabetes y otras afecciones similares, son la receta ideal para un corazón saludable”, concluye Arias.