Las olas de calor o altas variaciones de temperatura ocurren son cada vez más frecuentes, y pueden llegar a afectar gravemente la salud de las personas.
Hasta los 52°C, han llegado las temperaturas en el hemisferio norte, específicamente en China. En América del Norte, en Phoenix, Arizona, los termómetros superaron los 40°C llegando a marcaron al menos los 43,3 °C durante 19 días consecutivos, una cifra récord. Este fenómeno conocido como "olas de calor" es cada vez más frecuente y constante en distintos lugares del mundo y Chile no está ajeno a esta realidad.
Las olas de calor, que son una presencia sostenida de la temperatura, por sobre lo normal, se deben al cambio de clima que ha estado ocurriendo debido a los gases de efecto invernadero.
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Para la Dra. Patricia Matus, epidemióloga medioambiental y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, este fenómeno efectivamente podría seguir ocurriendo tanto en Chile como en otras partes del mundo.
En este sentido, según la especialista, "hay que tener presente que una de las características de las alteraciones climáticas, que se deben al cambio climático; es que ha vuelto al clima inestable y por lo tanto tiene grandes variaciones, que ocurren cada vez más seguido en el tiempo", explica la Dra. Matus.
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Además, tanto en invierno con las olas de frío y en verano, con las olas de calor, cada vez se van a ir desdibujando más los límites, "porque los inviernos y los veranos van a ser atípicos, como, por ejemplo, las lluvias en verano", agrega la profesora UANDES.
La académica explica que el ser humano puede vivir en un rango estrecho de temperatura, entre los 18°C y 30°C. Por lo mismo, comenta que "en los extremos de temperaturas, aumenta la probabilidad de muerte de forma importante, porque la gente que vive en lugares intermedios, no estamos aclimatados a esas temperaturas. Lo que produce un calor extremo, es un aumento en la transpiración del individuo y por tanto una deshidratación, que puede producir incluso alteraciones cardiovasculares, y en el peor de los casos, la muerte por arritmia, hemorragias cerebrales o deshidratación directa", finaliza la Dra. Patricia Matus, académica de la Facultad de Medicina UANDES.
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