Cada 17 de noviembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Prematuro, una fecha impulsada por la Fundación Europea para la Atención de Recién Nacidos (EDCNI) con el propósito de destacar los riesgos asociados al parto prematuro y sensibilizar sobre las necesidades y derechos de los prematuros y sus familias. Este año, la conmemoración adquiere especial relevancia al reflejar un aumento en la incidencia de nacimientos prematuros a nivel global.
La Fundación Europea para la Atención de Recién Nacidos ha impulsado la conmemoración del Día Mundial del Prematuro, destacando los riesgos del parto prematuro y buscando sensibilizar sobre las necesidades y derechos de los prematuros y sus familias. Este año, la proyección de nacimientos prematuros ha experimentado un incremento, convirtiendo la ocasión en una oportunidad crucial para reflexionar sobre las medidas preventivas y los cuidados esenciales.
La fecha elegida, el 17 de noviembre, se erige como un recordatorio anual para concientizar sobre los desafíos enfrentados por los niños nacidos prematuramente y sus familias. En este día, se busca generar reflexión en la sociedad acerca de la importancia de la prevención y los cuidados necesarios para garantizar un desarrollo saludable de los recién nacidos prematuros.
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Las complicaciones asociadas a la prematuridad son la principal causa de muerte en el periodo neonatal. La Organización Panamericana de la Salud revela que alrededor de 1,2 millones de nacimientos prematuros ocurren cada año, requiriendo atención especializada para asegurar un crecimiento y desarrollo saludable. Este aumento en la proyección de nacimientos prematuros durante este año enfatiza la necesidad urgente de comprender y abordar esta problemática.
El doctor Mauricio Pinto, jefe del servicio de neonatología de Clínica Las Condes, destaca la importancia de los cuidados desde el momento del nacimiento. Asegura que la atención especializada es fundamental, comenzando por recibir el parto en una cuna especial que garantice la termorregulación. Además, resalta la necesidad de fomentar el apego desde el inicio y apoyar el inicio precoz de la lactancia materna.
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El cuidado de los prematuros varía según la prematuridad del niño o niña. Desde el preciso momento del nacimiento, es crucial que el recién nacido sea colocado en una cuna especial para mantener su termorregulación. Además, se enfatiza la importancia del apego desde el inicio y se aboga por el apoyo al inicio precoz de la lactancia materna como parte fundamental del proceso.
Las causas más comunes que desencadenan un parto prematuro incluyen la rotura de membranas, asociada principalmente a infecciones durante el embarazo. El control prenatal periódico se erige como una herramienta crucial, permitiendo detectar y manejar adecuadamente posibles patologías que puedan aumentar las probabilidades de un parto prematuro.
Entre los factores de riesgo se encuentran problemas inherentes al feto, alteraciones del ambiente uterino y de la placenta, así como problemas en la salud de la madre, tales como enfermedades, exposición al tabaco o drogas, y la incompetencia del cuello del útero para contener el embarazo.
La edad gestacional y las condiciones que generan el trabajo de parto prematuro determinan los riesgos para el menor. Aquellos nacidos antes de la semana 32, especialmente antes de la semana 28, presentan mayores inquietudes. Los problemas que pueden surgir incluyen anemia, daño neurológico, infecciones, hipoglucemia, síndrome de dificultad respiratoria neonatal, ictericia, conducto arterioso persistente y enterocolitis necrosante.
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