En Chile, el asma afecta al 17,9% de los niños de 6 a 7 años, según revelan preocupantes estadísticas. Padres y madres describen noches enteras en vela, donde sus hijos tosen sin cesar o se agitan inexplicablemente, emitiendo un sonido silbante al respirar. Estos síntomas, a menudo pasados por alto, podrían ser señales tempranas de asma, una enfermedad crónica de las vías respiratorias que puede manifestarse en cualquier etapa de la vida.
El asma, aunque no tiene cura, puede manejarse eficazmente con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. La Dra. Claudia Fuentes, pediatra broncopulmonar, destaca la importancia de un buen diagnóstico, la gestión de factores de riesgo, la educación adecuada y un plan de tratamiento personalizado para mejorar la calidad de vida del paciente y su familia.
Muchos niños experimentan síntomas sugestivos de asma desde temprana edad. Cerca del 40% de los niños que presentan sibilancias al respirar durante infecciones respiratorias son diagnosticados con asma en años posteriores. El seguimiento a largo plazo revela que la gravedad del asma en la infancia tiende a persistir en la adultez.
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La enfermedad, caracterizada por tos, dificultad respiratoria, sibilancias y opresión torácica, puede afectar significativamente la vida diaria de los niños. Desde ausentismo escolar hasta limitaciones en actividades recreativas, el impacto se extiende a la rutina familiar y a los costos económicos asociados con el tratamiento del asma.
La Dra. Claudia Fuentes enfatiza la necesidad de comprender los síntomas y la gravedad de los episodios, el desarrollo de la enfermedad, los factores desencadenantes y el impacto en la vida cotidiana. La educación, tanto para la familia como para el paciente, es clave para el manejo efectivo de la enfermedad.
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Factores a tener en cuenta
- Síntomas y gravedad de los episodios: Es fundamental entender cómo se presentan los síntomas, su duración, intensidad y variación horaria. El patrón, ya sea constante o estacional, proporciona información crucial para el tratamiento.
- Desarrollo de la enfermedad: La edad de inicio, el carácter progresivo, diagnósticos y tratamientos anteriores y actuales son aspectos clave para determinar la evolución de la enfermedad.
- Factores desencadenantes o agravantes: Identificar las causas, ya sea infecciones respiratorias, alérgenos, contaminantes ambientales, alimentos o fármacos, es esencial para controlar la enfermedad.
- Impacto de la enfermedad: Evaluar cómo afecta la patología a la vida cotidiana del paciente y su familia, desde el ausentismo escolar hasta los costos económicos asociados con el tratamiento.
- Educación: La clave para un manejo exitoso del asma radica en la educación. Conocer la enfermedad, dónde y con qué profesional atenderse, administrar adecuadamente los medicamentos y saber cómo actuar durante una crisis son aspectos cruciales.
Tratamiento y avances médicos:
En cuanto al tratamiento, los corticoides inhalados son la piedra angular, variando en intensidad según la gravedad del asma. Sin embargo, avances recientes en la medicina presentan opciones prometedoras, como el biológico dupilumab, indicado para niños de 6 a 11 años con asma severa causada por inflamación de tipo 2.
Este biológico ha demostrado reducir significativamente las exacerbaciones en niños con asma moderada a severa no controlada, mejorando la función pulmonar de manera rápida y sostenida. La Dra. Claudia Fuentes celebra estos avances, destacando cómo la ciencia ofrece herramientas más efectivas para el control del asma en casos graves, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
El asma en niños es una realidad preocupante en Chile, pero la conciencia, el diagnóstico temprano, la educación y los avances médicos ofrecen esperanza. La Dra. Claudia Fuentes insta a la comunidad a comprender la enfermedad, sus desafíos y las opciones de tratamiento, para garantizar un futuro más saludable para los pequeños afectados.
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