Aunque la ciencia ya se ha referido al tema en distintas ocasiones, en la población mundial aún persisten dudas respecto a cuán eficaz o no puede ser un medicamento que ya cruzó su fecha de expiración. En Chile el cuestionamiento cobra relevancia; según la última Encuesta Nacional de Medicamentos de 2017, el 58% de las personas consume a lo menos un medicamento al día. El grupo lo lideran mayoritariamente las mujeres, con 68%, versus los hombres, con 47%.
La fecha de expiración, vencimiento o caducidad de un medicamento es aquella indicada por el mes y año calendario conforme a lo aprobado en el respectivo registro sanitario tras los estudios de estabilidad que demuestran el periodo de eficacia. En nuestro país las normas son establecidas por el Instituto de Salud Pública, ISP, organismo dependiente del Ministerio de Salud.
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El químico farmacéutico de la Universidad de Chile y vicepresidente de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, Elmer Torres Cortés, explica que la estabilidad de un medicamento es la mantención de las propiedades físicas, químicas y terapéuticas inalteradas, respecto de las iniciales y que, por tanto, para su garantía, los laboratorios realizan múltiples estudios y estrictos programas de estabilidad en sus productos; desde la etapa de desarrollo y durante todo el tiempo que estos se mantengan en su portafolio, algo que en la industria denominan “estabilidad on-going”.
“Los medicamentos no deben ser utilizados más allá de la fecha de vencimiento indicada. Esta información, basada en estudios científicos, indica hasta cuando un medicamento se mantiene inalterado, si es almacenado en las condiciones señaladas en su envase. De consumir un medicamento vencido, el principal defecto que se puede presentar es la falta de eficacia, que de por sí tendrá un efecto dañino al no generar lo que se necesita en el paciente. En otros casos, poco frecuentes, pueden generarse incluso productos de degradación que potencialmente pueden ser dañinos”, advierte el ejecutivo de Asilfa, gremio que agrupa a 12 laboratorios en Chile.
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“Dentro de los factores que inciden en la estabilidad de un medicamento están las condiciones ambientales de almacenamiento, como la temperatura, la humedad y la luz; asimismo las características propias de los principios activos y su interacción con los excipientes que componen el producto. Por esta razón es clave siempre informarse, estar atentos previo al consumo de un medicamento que tenemos guardado en la casa y consultar al médico o químico farmacéutico en caso que se requiera”, puntualiza el profesional.
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