Los gatos esfinge, conocidos también como sphynx o gatos egipcios, son una raza que ha capturado los corazones de los amantes de los felinos. Caracterizados por su distintiva falta de pelaje, estos gatos han creado una comunidad apasionada de criadores, aficionados y asociaciones dedicadas a su cuidado y promoción.
Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, no están exentos del triste fenómeno del abandono animal. Si te has enamorado de un gato esfinge en un refugio o centro de adopción y estás considerando darle un hogar, aquí te presentamos tres datos interesantes sobre esta raza única que te ayudarán a conocer mejor a tu nuevo amigo peludo.
1. Orígenes Inesperados: Más Canadienses que Egipcios
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A diferencia de otras razas de gatos sin pelo que deben su apariencia a mutaciones genéticas naturales, como los Donskoy o los Peterbald, el sphynx es el producto de una cría selectiva intencionada. Todo comenzó con Prune, la primera gata sphynx nacida en Canadá en 1966. Esta raza única es el resultado del cruce entre una gata de pelo corto y un Devon Rex. A partir de ahí, criadores canadienses trabajaron para establecer y perfeccionar la raza, razón por la cual a veces se les llama esfinges canadienses.
2. Un Nombre Inspirado en la Mitología y el Arte Egipcio
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A pesar de su origen canadiense, el nombre de esta raza evoca imágenes del antiguo Egipto. En 1983, la Asociación Internacional de Criadores de Gatos (TICA) reconoció oficialmente el nombre "esfinge" para la raza. Este nombre se eligió por la similitud de los gatos sin pelo con las esfinges mitológicas, conocidas por sus cabezas humanas y cuerpos de león. Aunque los gatos esfinge no comparten esta combinación exacta de rasgos, su apariencia exótica y misteriosa ciertamente trae a la mente las maravillas del antiguo Egipto.
3. Una Suavidad Única: Terciopelo en Miniatura
Los gatos sphynx no están completamente desprovistos de pelo. Poseen un pelaje muy fino y corto, que se siente como terciopelo al tacto. Sin embargo, su carencia de un pelaje completo significa que su piel produce más grasa natural, requiriendo un cuidado especial. Limpiar su piel regularmente y mantenerla hidratada es crucial para prevenir la sequedad o irritación. Además, su falta de pelo los hace más sensibles al frío, lo que los convierte en compañeros extremadamente sociables y cariñosos que buscan el calor y el afecto de sus dueños.
Adoptar un gato esfinge es una aventura llena de descubrimientos y alegrías. Estos gatos únicos, con su origen inesperado y su apariencia distintiva, requieren cuidados especiales, pero a cambio ofrecen una compañía inigualable. Si estás pensando en llevar uno a tu hogar, prepárate para una experiencia llena de amor, suavidad y calidez.
Con información de La Vanguardia